Con salarios rezagados, supertasas y mayor morosidad, el financiamiento a las familias empieza a marcar sus límites. El repunte del gasto se concentra en los sectores más acomodados, mientras la clase media y baja ajusta por aumento de las deudas.
Con salarios rezagados, supertasas y mayor morosidad, el financiamiento a las familias empieza a marcar sus límites. El repunte del gasto se concentra en los sectores más acomodados, mientras la clase media y baja ajusta por aumento de las deudas.